Remedo de Democracia
Mientras la mayoría sigan siendo los pobres, serán ellos quienes decidan el rumbo político de nuestras ciudades, y también con ellos, por sus necesidades, tendremos garantizado la comercialización del voto.
La legitimidad política la entrega la libre voluntad popular. Históricamente en nuestras elecciones, sobresale una libre voluntad: la decisión de muchos pobres de comer al menos un día bien, en contraposición a cuatro años más, de eso a lo que ya están habituados, es decir, a inalterables cuatro años en donde la mano gubernamental siga siendo una simple quimera y la situación económica para ellos, igual de paupérrima ó peor.
¿Qué podemos criticar?, son tantos años de padecimientos, de miseria. No es descabellado que en los estratos bajos hayan perdido la esperanza en la política. Está tan arraigado la práctica de la compra y venta del voto, que va siendo hora de hacer el debate de la legalización, así como se discute la del mototaxismo, ó la de las drogas. De repente es el tiempo también del debate del voto obligatorio, podría ser quizá un mecanismo de movilización popular que dificultaría sin duda, el dominio de la política corrupta.
Pero más allá de lo anterior, no me queda la menor duda que cuando la pedagogía política, principalmente a los sectores vulnerables, se revista de institucionalidad, (Es decir que sea liderada por la Presidencia, Gobernaciones, Alcaldías entre otras Instituciones), podremos tener una oportunidad para entender la importancia del voto. Mientras tanto, todo lo que hagamos lucirá insuficiente para cambiar nuestro mapa político.
No obstante a lo anterior, la lucha debe ser por recuperar la fe, por lo tanto se hace menester mencionar algunos aspectos para tener en cuenta y que permiten ser optimista y pensar en un escenario político a mediano y largo plazo, alentador.
Aunque son los mismos, el contexto es distinto, antes los políticos robaban y no pasaba nada porque en todos los niveles gubernamentales también lo hacían, pues bien, ahora empiezan a toparse con políticos con altos niveles de honestidad y popularidad quienes entre otros aspectos fungen de veedores y auditores de los recursos públicos, acompañados de las amplias mayorías ciudadanas.
Ese es el valor agregado que nos da en el ámbito geopolítico tener al mejor Gobernador y al mejor Alcalde del País durante lo que va corrido de sus periodos. Supongo que los políticos corruptos deben tener una disyuntiva de conciencia, pues no debe ser nada fácil subrogarse la condición de representante de un pueblo, cuando se debe comprar dicho reconocimiento y sobre todo cuando se encuentran con ciudades que comienzan a tener un ambiente generalizado de política sana en donde los corruptos no tienen cabida. De todas formas hasta que no estén presos, siempre tendrán la oportunidad de recomponer sus caminos y trabajar con decoro por la gente.
Así mismo, estos politiqueros electos que están acostumbrados a solo moverse por sus intereses y a no hacer nada por la gente, deberán lidiar ahora con algo limpio que nunca antes habían tenido, me refiero al mandato indeclinable que no compró un sólo voto y que deberán cumplir, como lo es, impulsar sin dilación la orden sagrada de nuestros pueblos de sacar adelante la ley de regiones, una misión que tiene a sus espaldas el exitoso precedente del Voto Caribe.
De todas maneras yo no pierdo la confianza que así como los parapolíticos siguen siendo condenados, más temprano que tarde los políticos corruptos de otras vertientes también tendrán que pagar por sus delitos, pues cada día el ciudadano común es menos tolerante a los actos de corrupción y comenzamos a encontrar políticos con verdadera vocación social.
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