Entradas

Mostrando entradas de 2020

Cuando el frito se viste de seda

Imagen
Siempre las noches repletas de gente en la terraza de mi casa. Nos acostumbramos a interactuar con el pueblo, allí, alrededor de la mesa de fritos de mi abuela y mi mamá estaba el mundo; no necesitábamos televisión, radio ó prensa, (el internet no existía). Bullía la información del día a día y también pululaban las oportunidades. Y no era para menos, las arepas con huevo, carimañolas, empanadas,   papás rellenas, que preparaban mis mujeres no tenían punto de comparación y ni qué decir del suero, del guacamole natural o picante disponibles como acompañamiento. Esa mezcla era de otra galaxia, una explosión de exquisitez en el paladar, que en cualquier mortal solía dejar una huella imperecedera que hacía que tuvieran que volver al puesto de fritos una y otra vez. Pero aunque la ciudad entera pasara por el frente de mi casa en la noche, nunca el dinero era suficiente para los interminables requerimientos de los gastos familiares y en especial en aquella época, porque ella