El Día que Conocí a un Cacique
Son las 11 de la noche y estoy dando un repaso a las noticias por internet, todo lo abarca la muerte de Diomedes Díaz. Siento nostalgia, es como si se hubiera ido alguien muy cercano. Finalmente como vallenato que soy, con sus canciones ha estado presente en los momentos más especiales y de mayor emotividad de mi familia. Observo alguno de sus videos. Encuentro en lo repasado la máxima expresión de su talento en medio de una puesta en escena rara y poco convencional, propia de alguien que nació para hacer y decir cosas poco comunes. Después de ver la variopinta muestra audiovisual, quedé en silencio y medité en lo desmejorado que lució Diomedes en sus últimos años. Recordé como hace muchos años en Valledupar, a principios de los noventas, en pantaloneta, descalzo y sin camisa, me encontraba debajo de un palo de mango disputando con mis amigos la vuelta a Colombia con bolita uñita. (Juego que consistía en hacer una angosta canaleta en la tierra, saturada de curvas,