La Reforma Tributaria
Los expertos señalan que es urgente asegurar
la estabilidad fiscal y la salud de las finanzas públicas; inducir mejoras en la productividad de la
economía; y mejorar la iniquidad del sistema.
Que ya no nos podemos dar el lujo de
seguir gastando con cargo al endeudamiento del País. Por ejemplo, entre 2012 y
2017 la deuda nacional se incrementó en 4 millones de pesos por habitantes, lo
que equivale a un aumento de la deuda
sobre el PIB de 11 puntos porcentuales en dicho período; algo insostenible. Esa
es nuestra realidad, se invierte mucho y si acaso logramos recuperar los mismos
recursos que gastamos. Y es que el modus operandi es: lo que no se recauda en
impuestos, se reemplaza por deuda.
Entendemos que el aparato productivo
necesita modernizarse, hacerse más competitivo y desarrollar nuevos frentes de
actividad en los que estemos retrasados y tenemos potencial. Por ejemplo los
puertos, por ejemplo el agro. Pero para lograr avanzar en estas actividades se necesitan
muchos recursos que solo el sector privado nacional y extranjero pueden
proveer, para lo cual nuestro sistema tributario debe ser razonable y
competitivo.
Hoy nos rige un modelo económico que grava
en exceso pocas empresas formales y deja amplios sectores fuera de la
obligación de tributar. El objetivo es que se tenga un sistema tributario más
simple, más efectivo, que beneficie el desarrollo empresarial, que no castigue a
la clase media, que permita corregir las iniquidades y la falta de
progresividad en algunos tributos.
Colombia tiene la tasa más baja de
tributación de América Latina según la
CEPAL, lo que se busca con la ley es aumentar el recaudo, pues se habla de un
faltante de 14 billones que se debe cubrir. En consecuencia la propuesta
contempla subir del 53% al 85% los productos gravados. También reducir el IVA del 19% al 17% de manera gradual en un plazo
de 2 años, es decir, IVA reducido pero con tarifa generalizada; y se pretende hacer la devolución del IVA a cerca
de 3 millones de familias de
bajos ingresos económicos. Esto último se dice fácil, queremos ver como
funciona en la práctica, es un gran reto para el gobierno que esperemos no
quede en una simple ilusión.
La ley contempla entre otros aspectos, la penalización para los evasores. Se intenta favorecer
a las PYMES, al agro y las industrias creativas. También se fijaría un impuesto
a la riqueza para quienes tengan ingresos superiores a 3 mil millones. Se
estimularía la colocación de activos extranjeros en el país, solo se les
cobraría el 6.5%. La declaración de
renta en personas naturales que ganen más de 50 millones tendrán cargo
adicional.
No obstante coincido con quienes censuran el hecho de gravar con IVA los productos de la canasta familiar, esto solo afecta a los más pobres, que ya hacen un esfuerzo muy grande por conseguir lo básico para subsistir. Con esta medida se empobrecerá más a las familias colombianas, que terminarán pagando más y sin dudas consumirán mucho menos. Siguen siendo los pobres quienes soluciones los problemas fiscales de la nación, mientras tanto la corrupción sigue rampante, enquistada en todos los escenarios del sistema.
regresando@hotmail.com
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