¿Arriba ó Abajo?
Frente a mí los presurosos años de juventud. Es la estación
de frutos logrados con el esfuerzo de la plenitud de todas mis capacidades. Y
aunque sé que más adelante vendrá el tiempo de la excelencia precisamente por
lo pasado, (así mis formas no sean las mismas), no quiero malgastar mi día. Hasta
ahora he descubierto que de lo que se trata es de poder encontrar el
equilibrio. Nos inculcan desde nuestra infancia unos férreos principios de
responsabilidad que hacen que nuestra vida pase en función del otro. Tienes que
cumplir a Dios, a tus padres, en tu escuela, en tu trabajo, a tu pareja, a tus
hijos, etc. ; y terminas creyendo que lo menos importante es cumplirte a ti mismo.
Equilibrio, es la palabra que he utilizado y sin duda es la
que mejor representa la búsqueda permanente del bien estar. Es difícil, pues es
tratar de lograrlo caminando todo el tiempo sobre una cuerda floja. ¿Cómo
cumplirle a todos y cumplirme a mi también?.
Muchos grandes de la historia dejaron de hacer por otros,
para poder seguir sus sueños en los que finalmente estuvieron millones de
otros. Es el caso por ejemplo de Nelsón
Mandela, quien por seguir sus pasiones tuvo que elegir entre ser hijo, padre y
esposo ó ser la nada que al final se convierte en un todo. Está también el caso
de nuestros Gabo, que pasó gran parte de su vida como un errante sin familia
por perseguir sus sueños, y ya embargado de los años que no vuelven decidió
irse a vivir a México donde tuvo sus hijos, para poder estar cerca de ellos.
Así hay muchos casos, prohombres, personalidades en el mundo
cuyo denominador común es la inconstancia en sus vidas íntimas, con varios
matrimonios, con hijos en distintos lugares, con padres que no saben de ellos y
en muchos casos con una vida espiritual nula.
Cualquiera podría argumentar que lo anterior es el costo que les
corresponde asumir por perseguir sus sueños, cuando lo cierto es que
simplemente son personas que no lograron mantenerse con éxito en la difícil
cuerda floja. Lo cómodo es caer y quedarse en tierra firme atado a algo, lo
complicado poder estar para todos sobre la cuerda.
Todo el respeto para quienes caen y no luchan por volver, es
una elección de vida. Por mi parte trataré de estar el mayor tiempo posible
encaramado, no me imagino una vida en la que no estén aquellos por quienes hoy
lo doy todo. Nadie dijo que sería fácil, prefiero tener preocupaciones por
deudas, que sentimiento de culpa por no poder estar para los míos.
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